Análisis El faraón niño, Tutankamón

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El siguiente es un ejercicio titulado museo virtual, que pretende exponer algunos datos relevantes de la obra egipcia EL FARAÓN NIÑO, TUTANKAMÓN, dejando claro que, este cuadro es para rescatar los puntos principales que deberían ser tomados en cuenta en la descripción de cualquier obra, pero sobre todo en un análisis y elaboración de una reflexión que te encargarían en el bachiller o preparatoria.

¿Cómo hacer un análisis de una obra de arte?

Debes anotar el nombre del artista que elaboró la escultura que estás analizando, así como el título de la obra y la fecha, ya sea exacta o aproximada, en que fue hecha, además intenta vincularla en el contexto histórico, mediante una reflexión de lo que sabes, o leyendo más sobre su autor, su descubridor y la cultura a la que pertenece, y te recomendamos que trates de responder la siguiente pregunta: ¿Qué nos dice esta obra de la época en la que fue elaborada?
Por último, tus comentarios y apreciación personal es lo más importante de la actividad, pues en ella, regularmente deberás escribir una reflexión personal sobre la obra que te hayan encargado analizar. Para ello puedes tomar como guía las siguientes preguntas: ¿Qué emociones te produce esta escultura? ¿Te gusta o te disgusta, y por qué? ¿Cuáles son las ideas que el escultor estaba buscando transmitir, qué crees que nos quería mostrar? ¿Sabes algo del personaje representado?

AUTOR, TÍTULO Y FECHA DE LA OBRA	CONTEXTO HISTÓRICO AL QUE ALUDE	COMENTARIOS Y APRECIACIÓN PERSONAL
La obra, EL FARAÓN NIÑO, TUTANKAMÓN, fue elaborada por la cultura Egipcia aproximadamente en 1325 A. C., de la cual su descubridor fue Howard Carter arqueólogo y egiptólogo inglés, que se hizo muy famoso por descubrir esta escultura, un 4 de Noviembre de 1922, en Egipto, en el Valle de los Reyes, que está situado en la orilla occidental del Nilo.	El contexto histórico al que alude esta obra es al poder de dominio y del tipo de gobierno en Egipto durante el siglo XII A. C., en la dinastía XVIII, donde la población le atribuía facultades de Dios al gobernante quien disponía de las riquezas. Por otro lado, el faraón Tutankamón reinstauró el poder de los sacerdotes regresando al Egipto tradicional.	Creo que la obra “El faraón niño Tutankamón” me da la sensación de inmortalidad, de poder y trascendencia, no tanto a un lugar si no al paso del tiempo. En lo personal no soy fanático de los lujos y se me hace exagerado su rito funerario al plasmarlo en el oro. No obstante entiendo que no fue nunca intención de los egipcios ocultar el rostro de sus faraones, si no que intentaron por medio del oro inmortalizarlos, además de querer mostrar los rostros idealizados de sus gobernantes. Por último, no sabía muchos datos del personaje y todo mi conocimiento se basaba en lo expuesto en algunas películas y caricaturas.

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